• El azufre elemental no solo es un producto natural básico para la protección del viñedo. También destaca por sus propiedades nutricionales y de bioestimulación.
• Gracias a la aplicación de azufre elemental en viñedos se puede conseguir una mejora considerable de las propiedades del suelo, en términos de pH y conductividad.
• La tecnología SULTECH^© de AFEPASA ofrece una formulación exclusiva, que incrementa exponencialmente el potencial bioestimulante del azufre elemental.

Desde tiempos inmemoriales, tal y como se refleja en múltiples documentos históricos procedentes de culturas antiguas como la griega, la romana o, incluso, la sumeria, el azufre elemental ha sido muy valorado en el mundo de la agricultura por su extraordinaria capacidad natural para la protección de las cosechas.

Una de las principales ventajas que ofrece el azufre elemental reside en su carácter totalmente natural y sostenible, lo que lo convierte en una solución de sanidad vegetal extremadamente recomendable frente a otras alternativas derivadas de formulaciones sintéticas en laboratorio.

Pero el principal beneficio que aporta el azufre a los cultivos en los que se aplica reside en que su funcionalidad no se reduce solo a un fin protector, sino que, a su vez, cuenta con su capacidad natural para favorecer la corrección natural de suelos y, al mismo tiempo, la liberación lenta de sulfatos para que estos puedan ser asimilados fácilmente por la planta conforme a sus necesidades, lo que lo diferencia notablemente de otros productos basados en sulfatos que se encuentran en formato soluble.

Dada la importancia de estos dos aspectos, vamos a profundizar sobre ellos a continuación, mostrándote además por qué siempre será preferible que optes por los azufres basados en la tecnología exclusiva SULTECH^© de AFEPASA para contribuir a la mejora integral de tus cultivos.

El azufre elemental como corrector natural del suelo

El factor diferencial del azufre reside en su protagonismo como nutriente esencial para contribuir a un mayor desarrollo de las cosechas, tanto en términos cualitativos como cuantitativos, gracias a su capacidad para actuar como corrector natural de suelos alcalinos, salinos o en los que el complejo arcillo-húmico, responsable de la fertilidad y la riqueza de materia orgánica en el suelo, presenta una alta saturación de sodio.

En el caso de los suelos salinos, la acción de las tiobacterias presentes en el suelo sobre la aplicación de azufre realizada contribuye a su transformación natural en protones de hidrógeno e iones de sulfato, que en contacto con el sodio y el cloruro de las sales del suelo las transforma en dos compuestos altamente solubles, como son el ácido clorhídrico y el sulfato sódico.

Esta reacción resulta fundamental para facilitar el lavado de las sales del suelo y la reducción de su conductividad eléctrica, esencial para incrementar la capacidad de las plantas para la absorción de los nutrientes presentes en el suelo, que se encuentra bloqueada en entorno con una salinidad y conductividad excesiva.

Este aspecto también es pone de manifiesto en aquellos suelos en el que el complejo arcillo-húmico se encuentra saturado por la presencia de sales.

En estos casos, la reacción natural de los iones de sulfato, generados por las tiobacterias en contacto con el azufre, con el exceso de sodio del suelo permiten liberar al complejo arcillo-húmico de estos niveles y permitir la presencia de otros nutrientes, fomentando el ajuste de su conductividad y pH.

Asimismo, si el suelo agrícola destaca por su carácter alcalino, la reacción provocada por el azufre en su contacto con las bacterias del suelo desemboca en la reducción de su concentración excesiva de carbonato cálcico y, en consecuencia, de sus niveles de pH.

El azufre elemental y su efecto de liberación lenta de sulfatos

A diferencia de otros productos basados en azufre, pero concebidos para su disolución en agua o directamente en forma de sulfatos, el azufre elemental es mucho menos soluble, ya que requiere de su transformación en sulfatos por parte de las bacterias presentes en el suelo, lo que reduce considerablemente las pérdidas producidas por lixiviación.

De esta forma, con un número sustancialmente menor de aplicaciones, la planta obtiene los nutrientes que requiere para su desarrollo y crecimiento óptimo, lo que repercute además en un considerable ahorro de recursos y, por tanto, a favorecer una mayor rentabilidad de la cosecha derivada de la reducción de costes.

¿Por qué optar por azufres microbiológicos basados en tecnología SULTECH© de AFEPASA?

Gracias a su decidido esfuerzo en I+D+i, materializada en el desarrollo de su tecnología SULTECH^©, AFEPASA ha desarrollado un formato exclusivo de azufre elemental, de carácter microbiológico, que incrementa exponencialmente todas las propiedades naturales asociadas al azufre.

Este azufre SULTECH cuenta con el beneficio diferencial de que, al haber sido generado a partir de la acción de bacterias y contar con un origen esencialmente biológico, es aún más asimilable por parte de las bacterias presentes en el suelo.

De esta forma, los procesos comentados anteriormente se pueden llevar a cabo mediante fertirrigación, concentrando la acción del producto en aquellas zonas en las que resulta más interesante actuar en la mejora de la microbioma del suelo.

En este sentido, un reciente ensayo desarrollado por AFEPASA en una finca de viñedo de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), mediante la aplicación de su producto Microsul 40S, consiguió reducir el pH del suelo. Al inicio del ensayo, toda la finca tenía un pH superior a 8. Al final del ciclo, en la parcela testigo el pH se había incrementado en 0,5 puntos, mientras que este incremento fue completamente neutralizado en el resto de la finca gracias a las aplicaciones de Microsul 40S.

Como consecuencia, se produjo un aumento de absorción de fósforo y mejor asimilación de micronutrientes: hierro, calcio, zinc y manganeso. Así, esta mejora en las propiedades del suelo contribuyó a aumentar notablemente la capacidad de nutrición y bioestimulación natural de las plantas presentes en el viñedo, incrementando considerablemente el peso de los racimos, el número de racimos por cepa y el rendimiento de la cosecha (peso por cada 100 uvas), y todo ello incluso incrementando el Grado Brix de la uva, relativo a la concentración de sacarosa presente en el fruto.

En consecuencia, el empleo de Microsul 40S no solo permitió una mayor producción de las plantas presentes en la parcela objeto de ensayo, sino que lo hizo sin que esto afectase en modo alguno a su calidad y rendimiento, al mejorar las posibilidades de la planta para absorber por sí misma, y de una forma totalmente natural, los nutrientes disponibles en el suelo agrícola.